un mundo feliz

05

Abr

2010

Un Mundo Feliz - Aldous Huxley

Para el libro de marzo (si lo se, estamos atrasados con la publicación del libro) les traigo algo de literatura utópica, política y con algo de ciencia ficción. Aldous Huxley, inglés, de principios del siglo XI, que revolucionó con sus ideas tanto políticas, como científicas el modo de hacer literatura.

El poder que tiene un escritor para adelantarse a su época es increíble, el poder de predecir el futuro con su imaginación y con la ciencia, es ilimitado, así es como en el maravilloso y famoso mundialmente "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley se adelanto a su época, creando un mundo utópico casi anárquico, donde todos están contentos, los placeres mundanos, las drogas y la felicidad son cosas rutinarias.

Estamos en el 141 después de "Ford", en Londres, el avance tecnológico es increíble y las técnicas de reproducción y aprendizaje del humano han cambiado totalmente, aparentemente todo el mundo esta feliz, pero a base de placebos, sucedáneos y condicionamiento. Los niños son fecundados, creados genéticamente y concebidos artificialmente, la sociedad esta basada en un sistema de castas, la familia, el amor y demás sentimientos han sido erradicados de los seres humanos y a su ves el pensamiento humano ha sido condicionado, durante el sueño y con una droga llamada "soma", para crear un sistema igualitario, donde el equilibro social es lo más importante.

La soledad no existe y el ser humano es, ahora más que nunca, un ente social, nunca esta solo pero las relaciones interpersonales son pasajeras y superficiales, la poligamia es lo común y los métodos anticonceptivos son obligatorios. No existe Dios y el caos es interpretado como diversión, la persona de castas mas altas ya no trabajan y el mundo ha vuelto a un sistema de amo-esclavo. El mundo perfecto?, pues dejaremos que Bernard Marx, el protagonista de esta historia, nos cuente que se siente ser, el humano diferente, en un mundo tan prefecto y feliz. Disfrútenlo!

Un Mundo Feliz (1932)

"Si por desgracia se abriera alguna rendija de tiempo

en la sólida sustancia de sus distracciones,

siempre queda el soma:

medio gramo para una de asueto,

un gramo para fin de semana,

dos gramos para viaje al bello Oriente,

tres para una oscura eternidad en la Luna"